
¿Quién no recuerda la emoción que sintió cuando se le cayó su primer diente de leche? El orgullo, el miedo y la ilusión vagaban por nuestra cabeza mientras esperábamos con entusiasmo que ese ratoncillo del que tanto habíamos oído hablar se llevara esa piececita blanca de nuestra boca a cambio de un formidable tesoro. Ese hecho marcaba un antes y después en nuestra vida: «ya no soy un niño pequeño, me estoy haciendo mayor», decíamos muchos.
Pero ¿y los padres?, ¿cómo viven ellos ese cambio? Con ilusión por supuesto pero también con dudas. En Oral Group queremos que ese momento tan especial para la familia no se estropee por el temor a cometer errores que perjudiquen la salud bucodental de nuestros hijos. Estos son nuestras respuestas a vuestras dudas.
¿A qué edad se caen los primeros dientes de leche?
La caída de la primera pieza dental se suele producir entre los cuatro años y medio y los ocho, dependiendo de factores hereditarios y del propio desarrollo del niño. Sin embargo, en la inmensa mayoría de los casos es a los seis años. El diente empieza a moverse unos días antes. Es posible que algunos pequeños sufran dolores e incluso un pequeño sangrado. La visita al dentista solo será necesaria si ambos procesos son excesivos.
¿Qué debo hacer?
Una duda muy habitual entre los padres es qué deben hacer cuando el diente de su hijo se empieza a mover. Lo mejor es no forzar la caída del mismo y dejar que se suelte de forma natural. Si hacemos lo contrario pueden surgir problemas como la pérdida del espacio que deberá ocupar el diente definitivo.
En algunos casos puede pasar que las piezas definitivas empiecen a salir antes de que se caigan las de leche. Si esto sucede, la visita al odontólogo sí es necesaria porque será él el que decida si se debe quitar o no el diente de leche. En casos más extremos se hacen extracciones de manera progresiva con el fin de facilitar la buena colocación de la dentadura definitiva.
¿Cómo es el proceso?
Los primeros dientes que se caen son los centrales y laterales inferiores y a continuación los superiores. La última pieza de leche suele desaparecer entre los 12 o 13 años.
Lo normal es que un diente de leche no se suelte hasta el momento en que la pieza definitiva empiece a crecer y a empujar. Si cayera demasiado pronto, antes de que el permanente esté listo para salir, es necesario llevar al niño al dentista para que sitúe en el hueco un espaciador que se mantendrá hasta que salga la pieza que falta. Si la pérdida se produce muy pronto, antes de los cuatro años, es posible que el niño sufra alguna enfermedad.
También se debe visitar al odontopediatra en el caso de que el niño tenga siete u ocho años y no haya sufrido ninguna pérdida. Aunque esta situación no es grave, es recomendable que el profesional revise la boca del pequeño por si sufriera alguna alteración.
Cuidados
– El niño debe mantener una dieta saludable aunque tenga dificultades para morder o masticar por los dientes que faltan. Los purés, las sopas o la cremas pueden ser una buena solución.
– La higiene dental debe seguir siendo la misma. El pequeño seguirá cepillándose los dientes dos veces al día. Cuando comiencen a salir las piezas definitivas, deberá extremar los cuidados.
– Evitar que el niño toque con los dedos el espacio vacío dejado por el diente.
– Tras la caída del primer diente, el primer paso debe ser siempre acudir al dentista para que compruebe la salud bucodental del pequeño.