¿Recordáis la caída de vuestro primer diente? Para muchos de nosotros fue una experiencia nada traumática gracias a la figura del Ratoncito Pérez, ese ser invisible que se colaba por las noches en la cama para dejarnos un regalo a cambio de nuestro pequeño tesoro dental. Gracias a él generaciones enteras de niños españoles pudieron superar con éxito el miedo a la pérdida y al dolor.
¿Pero quién es el Ratoncito Pérez y dónde nació su historia? Muchos estudiosos afirman que el responsable de su aparición en España fue el jesuíta Luis Coloma quien para consolar al futuro rey Alfonso XIII, que por entonces tenía ocho años, se inventó una historia protagonizada por un ratón muy pequeño que se deslizaba por las cañerías para llevar un regalo a las casas de los niños que habían perdido un diente de leche.
También hay estudios que indican que el famoso personaje ya era popular entre los pequeños españoles mucho antes de que Coloma escribiera su historia.
Sea cual sea su origen, la verdad es que este roedor ha ayudado a miles de niños a superar el trauma de la caída de sus dientes de leche. Y no solo en España, también en otros países europeos y latinoamericanos, adoptando en estos la forma de hadas, duendes u otro tipo de personajes mágicos.
¿De qué forma puede beneficiar a los niños el Ratoncito Pérez?
Según la odontopediatra Diana González Gandía “el Ratoncito Pérez puede ayudar, en muchos casos, a un buen comportamiento y a tener una higiene dental más intensa en los días anteriores a la caída del diente». La doctora asegura que hay niños que evitan el cepillado por las molestias que les causa la movilidad de la pieza. Con el ejemplo de este personaje y la ilusión que crea en la mente de los más pequeños, estos son capaces de superar sus miedos y de comprender la importancia que tiene mantener una boca sana.
La caída de los dientes de leche suele comenzar a los seis años de edad. Los primeros en desaparecer son los incisivos inferiores centrales, después vienen los incisivos superiores centrales y, sobre los ocho años le toca el turno a los incisivos laterales superiores e inferiores. Es así como se completa la primera fase del recambio dentario.
En esta etapa la figura del Ratoncito Pérez (o de cualquier otro personaje similar) es especialmente importante ya que se hace más fuerte en los niños la ilusión por recibir un regalo que el propio trauma. Además, en algunos casos, los pequeños también sienten miedo ante el posible rechazo que pueda suponer la pérdida de sus dientes entre sus compañeros de clase o amigos.
Consejos para que el Ratoncito Pérez recoja unos dientes sanos
González Gandía insiste en la necesidad de que los niños lleven una adecuada higiene dental desde muy pequeños. Estos son algunos de sus consejos:
- Cepillarse los dientes tres veces al día, mejor si es justo después de las comidas.
- El niño debe masticar alimentos con cierta dureza como por ejemplo las manzanas, las zanahorias o los frutos secos. De esta forma fortalecerán sus maxilares.
- Cuando un diente empieza a moverse es importante seguir con el cepillado. Se deberá realizar con mucho cuidado y durante más tiempo. Así la encía no se inflama y la pieza caerá con más facilidad.
- Los padres siempre deberán revisar el cepillado que realizan sus hijos.
En cuanto a los regalos de este personaje tan simpático, en Oral Group tenemos una recomendación: olvidarnos de los tradicionales dulces e intercambiarlos por otro tipo de obsequios más recomendables para la salud dental de nuestros hijos.
Nos gustaría conocer tu experiencia con este personaje. ¿Nos cuentas tu historia en los comentarios?
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