¿Qué técnicas o recursos usas para mantener limpios y sanos tus dientes? ¿Crees que tus hábitos de higiene son los adecuados? Las respuestas a estas dos preguntas le dirán a tu odontólogo si sigues o no las pautas correctas para evitar la acumulación de la placa e impedir así el desarrollo de enfermedades bucodentales.
¿Crees que aprobarías el examen? Te garantizamos una buena nota siempre y cuando sigas los consejos que te exponemos a continuación.
¿Con qué recursos contamos para mantener nuestros dientes fuertes y sanos?
Si no controlamos la placa bacteriana nuestra salud bucodental sufrirá las consecuencias. Por ello te aclaramos algunas dudas que te permitirán utilizar los recursos de los que dispones de forma segura y efectiva.
Cepillo manual vs cepillo eléctrico
El cepillado de los dientes es una de las técnicas más efectivas para prevenir ciertas dolencias como puede ser la inflamación de las encías. Todos conocemos esta premisa pero ¿sabemos hacerlo de la forma correcta?
Cepillos eléctricos. Según varios estudios la rotación y oscilación que realizan estos cepillos son muy efectivas a la hora de eliminar la placa y reducir la inflamación. Las encías no se dañan y se mantendrán más limpias que si usamos uno manual.
Eso sí, antes de decirte por un modelo u otro, es mejor que acudas a tu dentista y le pidas consejo sobre el cepillo más adecuado para ti y para el tratamiento que estés realizando.
Cepillos interdentales y seda dental. Con un cepillo normal se elimina la placa que se encuentra en el exterior e interior de los dientes pero no la que hay entre ellos. Para que la limpieza sea más efectiva en estas zonas es mejor otras alternativas.
La seda dental, por ejemplo, se usa cuando el espacio que hay entre los dientes está cerrado o es muy pequeño. En el caso de que sea muy abierto lo mejor es emplear cepillos interdentales. Su tamaño y grosor dependerá de la anatomía del hueco. Lo aconsejable es cambiar el utensilio a medida que se produzcan cambios morfológicos en la encía.
Para que la higiene sea completa de debe combinar el uso del cepillo normal (ya sea eléctrico o manual) con el interdental, al menos una vez al día. Recuerda que si no mantienes este hábito el 40% de la superficie dentaria quedará sin limpiar.
Colutorios. Los enjuagues bucales refuerzan la limpieza dental pero de ninguna manera pueden ser sustitutivos del cepillo. Su función principal es la de ayudar a prevenir la aparición de enfermedades bucodentales.
Es aconsejable usarlos una vez al día, siempre después del cepillado y mantenerlos en nuestra boca durante 30 segundos. No se debe comer ni beber nada en la media hora posterior a su empleo.
Nuestros hábitos higiénicos no siempre son los adecuados
Puede que nos cepillemos los dientes todos los días y que incluso utilicemos colutorios o seda dental para reforzar nuestra higiene. Pero esto no quiere decir que lo estemos haciendo bien. En general cometemos errores que a larga pueden debilitar nuestra salud bucodental: tiempo de cepillado demasiado corto o una técnica de limpieza inadecuada.
Pongamos un ejemplo. Si movemos el cepillo en sentido horizontal podemos llegar a descubrir la raíz de los dientes. De esta forma nuestra boca estará más expuesta a las caries e incluso podemos crear concavidades en las piezas que pueden llegar a afectar al nervio.
Antes de introducir cambios en tus hábitos acude a tu dentista y pídele consejo. Tus necesidades nunca serán las mismas que las del resto de pacientes. Tu odontólogo te indicará los posibles fallos que estés cometiendo y te indicará los cambios que deberás introducir en tu higiene diaria.
Ahora que has leído el artículo, ¿crees que aprobarías un examen sobre tu higiene bucodental?
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