
¿Qué es un implante dental?
El especialista coloca en la boca del paciente un tornillo de titanio con el que se sustituirá la pieza dental que falta. Se puede insertar tanto en la mandíbula como en el del maxilar. Su forma puede ser cilíndrica o cónica, y su longitud y diámetro dependerán de la cantidad de hueso que haya.
Ventajas
· Impiden la pérdida de masa ósea.
· Su colocación no afecta los dientes adyacentes (como sucede con los puentes).
· Son fijos y producen en el paciente la sensación de tener los dientes naturales.
· Su duración es muy larga, aproximadamente entre los 25 y 30 años.
· No producen dolor.
Riesgos
· Pueden ser rechazados por el cuerpo del paciente.
· Se pueden producir lesiones si se usa un implante con un tamaño que no es el adecuado.
· Las hemorragias no son habituales pero pueden darse si el paciente toma fármacos anticoagulantes o se ha empleado mal la técnica quirúrgica.
· Puede haber complicaciones si el paciente padece de bruxismo.
· Infecciones.
¿Cómo evitar las infecciones y las enfermedades periimplantarias?
Las enfermedades periimplantarias suelen tener origen infeccioso y afectan a los tejidos duros y blandos que hay alrededor el implante. Se producen como consecuencia de la respuesta que da el organismo ante una infección bacteriana (de modo similar al que se produce con las enfermedades periodontales).
Existen dos principalmente:
– La mucositis. En este caso no hay infección de hueso.
– La periimplantisis. Sí existe infección en el hueso. (Se estima que al menos 1 de cada 4 personas con implantes pueden sufrir esta enfermedad).
Las infecciones en los implantes pueden provocar una deficiente cicatrización o que el implante sea rechazado. Si son leves, los antibióticos acabarán con el problema. Pero las más graves obligarán al especialista a extraer la pieza que haya sido implantada.
Cómo prevenir las infecciones
· Acudir al dentista periódicamente para que realice una revisión y limpieza, tanto de los dientes como de los implantes.
· La mayoría de los problemas en los implantes se producen por la acumulación de la placa bacteriana en la encía que lo rodea. Por ello, es fundamental realizar un cepillado de los dientes como mínimo dos veces al día.
· Además del cepillado es necesario limpiar todos los días los huecos que haya entre los dientes y los implantes. Para ello se utilizan cepillos interdentales o seda dental.
· En el caso de una periimplantisis el tratamiento es más complicado. El especialista intentará remediar la pérdida ósea con injertos del paciente o de otras especies que se recubrirán con una membrana de colágeno. También se desinfectará y limpiará bien la zona afecfada.
El cepillado
· Hay que frotar bien la encía circundante, tanto por fuera como por dentro. Puede que se produzca algo de sangrado pero no debemos preocuparnos por ello, ya que esto no significa que nos estemos haciendo daño.
· Se pueden usar cepillos eléctricos o manuales. Eso sí, se recomienda que la dureza de las cerdas sea media o suave. Si se emplean cepillos eléctricos lo mejor es elegir los que tienen un movimiento oscilante-rotacional y cabezal redondo.
· Cambiar los cepillos cada tres meses.
· En cuanto al tipo de pasta dentífrica a utilizar, no existen estudios que demuestren que exista una más adecuada para los implantes.
Recuerda que la prevención es la mejor forma de evitar enfermedades en el futuro.
¿Cuidas tus implantes como deberías?